“Nunca es tarde para aprender” es
una frase que la hemos escuchado más de una vez y sobre todo en boca de los
adultos y es verdad, nunca es tarde para aprender a mejorar tu salud, sanar tus
emociones y, en definitiva, ser un poco más feliz.
Ya, en anteriores artículos, hemos
referido los múltiples beneficios que el Yoga entrega a quienes lo practican;
niños, jóvenes, adultos y adultos mayores. En especial, a estos últimos no
debemos dejarlos afuera de todos los frutos que el Yoga otorga, no debemos
privar de esos bienes a quienes están en la mejor etapa de su vida. Sí, no lo
dudemos están en la mejor etapa de sus vida.
Ciertamente el deterioro físico
no los acompaña en este trance pero se debe a que no tuvieron el
conocimiento ni los bienes de todas las tecnologías que hoy tienen las personas
que nacen en este siglo, plenamente a su alcance y que les permite obtener
mayor información de ayuda en su quehacer diario y para su salud.
Como población, los adultos
mayores tienen sus propias características que los hace un grupo poco atractivo
como fuente laboral y de salud, e históricamente han sido considerados una
carga económica y social para los países. Generalmente, a
partir de los sesenta años hombres y mujeres están “ad portas” de la jubilación
y cese total de toda actividad laboral, a su vez son considerados, en líneas
generales, como personas con salud deteriorada. Sin embargo, como hemos visto,
estadísticas mundiales indican que las expectativas de vida aumentan aceleradamente
debido a factores de alimentación y a políticas públicas de salud en cada país
de la Región.
Entonces, desde esta perspectiva,
no se debe ni puede desconocer que es una población creciente a la cual es
necesario observar e integrar a la actividad social comunitaria, con la
finalidad de mantenerlos física, mental y sicológicamente activos,
principalmente integrados y vigentes. De esta forma los beneficios no solamente
serán personales sino también familiares. No debemos aislarlos, debemos integrarlos
primeramente desde el grupo familiar y seguidamente entregarles los medios para
que desde ellas y ellos mismos sientan la necesidad y se sientan con la
capacidad de poder integrarse.
Mejorar su calidad de vida es lo
primordial. Para lograrlo es necesario darles un rejuvenecimiento físico,
mental y emocional, hacerlos participe de actividades que les entreguen
herramientas de reactivación que les permitan descubrir nuevos roles y que les
proporcionen desarrollo personal, bienestar físico y estabilidad emocional.
A lo anterior, el Yoga [1] puede
entregar a los adultos mayores una amplia gama de beneficios que aún son
desconocidos por ellas y ellos, tecnología y enseñanzas que ayudarán a que sus
vidas sean plenas en lo emocional, mental y físico. Obtendrán mayores
herramientas para que ellas y ellos puedan continuar siendo un aporte para sus
respectivos países, su entorno comunitario y, ante todo, para el bienestar de
sus familias.
Si tienes un adulto mayor en tu
grupo familiar, invítalo a conocer el Yoga, será tu oportunidad de conocer
mejor sus vivencias y para ella/el conocer las tuyas, y compartir un tiempo
entre ambos/ambas.
A continuación encontrarás un
link con un poco más de información. Te insto a seguir investigando el Yoga y
sus beneficios, deseándote éxito, salud y prosperidad.
Sat Nam,
Randeep Singh
[1] La práctica de Yoga que se
sugiere es el Kundalini Yoga, considerado por muchos investigadores y
estudiosos como el Yoga más completo de todos los yogas; poderoso, energético,
vital. Actúa de forma íntegra sobre la persona; cuerpo, mente y espíritu.
Links:
Yoga para la tercera edad.
Fuente:
Manual Primer Nivel Capacitación
Internacional de Maestros de Kundalini Yoga - KRI. 2007, Yogui Bhajan.